Coming to America, Finding Your Voice | Facing History & Ourselves
Reading

Coming to America, Finding Your Voice

In Spanish, journalist Maria Hinojosa explains how a story about her mother inspires her to find her voice, even when she feels powerless.
Last Updated:
This resource is intended for educators in the United States who are applying Spanish-language resources in the classroom.

At a Glance

reading copy
Reading

Language

Spanish
Also available in:
English — US

Asunto

  • Social Studies
  • Democracy & Civic Engagement

Venir a Estados Unidos y encontrar tu voz

En 2010, la periodista Maria Hinojosa compartió su historia acerca de “venir a Estados Unidos” en el prólogo de un libro escrito por estudiantes de secundaria de Boston:

Todos tenemos una historia sobre “venir a Estados Unidos”. Ya sea que hayas llegado al país como un bebé inmigrante, como yo, o si naciste en South Boston, todos tenemos una historia sobre cómo llegamos hasta este “aquí”.

Cuando tenía casi dos años, mi madre viajó desde México en avión conmigo y mis hermanos y mi hermana mayores. Íbamos a reunirnos con nuestro padre, que ya se había mudado a Chicago. Primero, íbamos a vivir allí y luego, iríamos a Brookline. Pero ese día, tuvimos que pasar por el control de inmigración en el aeropuerto de Dallas antes de hacer la conexión a Chicago.

El agente de inmigración texano, muy alto, con un acento bien marcado se alzaba sobre mi madre, que medía un metro y medio y que también tenía un acento muy marcado, pero uno mexicano. El agente inspeccionó nuestras tarjetas de residencia, miró a mi madre y a los cuatro niños que la acompañaban de arriba a abajo y, aparentemente de reojo, y exclamó una orden: “Son bienvenidos al país. . . ”, dijo, con su acento persistente. Pero luego me miró. “Todos, excepto ese bebé. Tiene una erupción en su piel y deberá permanecer en cuarentena”.

Mi madre no se sentía con suficiente poder, ya que la miraban de arriba a abajo y le ordenaron abandonar a su bebé en un nuevo país. Pero, tomó valor de lo profundo de su ser y encontró la fortaleza para mantener su cuerpo de metro y medio lo más firme posible. Y luego, como si hubiese erupcionado un volcán, encontró su voz. Ella confió en su voz. Y miró firmemente al agente y con su acento mexicano le dijo: “¡No, señor! No dejaré a mi hija aquí con usted. Ella viene conmigo. ¡No está enferma! Y no iré a ningún lado sin ella. ¿Me ESCUCHÓ? ¡No la dejaré aquí!”

El agente texano alto se sintió muy pequeño al lado de la gran y poderosa voz de mi madre. “Por supuesto, señora”, le contestó. “Pueden pasar todos. ¡Lo siento!”

Desde que oí mi historia sobre cómo vine a Estados Unidos, la he utilizado como inspiración para encontrar mi fuerza interior, mi poder, mi propia voz cuando me siento indefensa. Si mi madre pudo hacer eso, casi 50 años atrás, con su pequeña estatura y su acento marcado en un país desconocido, de seguro puedo encontrar mi propia voz cuando me sienta pequeña, sin voz e indefensa.

A veces, cuando te sientes invisible, es fácil sentir que no tienes una voz. Y cuando te sientes así, aprendes a no utilizar tu voz. Y cuando no utilizas tu voz, no te escuchas a ti mismo. Y si no te escuchas a ti mismo, en difícil tener confianza en quién eres.

Pero, con la historia de mi llegada a los Estados Unidos, mi madre me demostró que las palabras tienen poder. Tu voz es tu instrumento, ya sea que hables (con un acento o sin él), escribas, cantes o grites. Puede ser un sonido literal o puede ser tu voz plasmada en un trozo de papel o una pantalla de computadora. Pero es tuya. Y proviene de tu interior. Así que, tal vez, debes confiar en ella.

Me acuerdo pensar que, porque era un poco diferente, nadie más veía el mundo como yo lo hacía. Era una niña inmigrante mexicana creciendo en el sur de Chicago. No había muchos niños como yo. Sí que me sentía diferente. Me sentía pequeña. A veces, sentía que no tenía una voz. Pensaba que era la única estudiante que se sentía indefensa y que no era parte del “verdadero Estados Unidos”. Ahora sé que estaba equivocada. Ahora sé que muchos niños se sentían diferentes, pero no hablábamos de ello. Nunca. 1

  • 1Maria Hinojosa, prólogo de We Turned Back to See Where We Came tomado de: Snapshots, Vignettes, and Stories (Boston, MA: 826 Boston, 2010). Reproducido con autorización de 826 Boston.

How to Cite This Reading

Facing History & Ourselves, “Coming to America, Finding Your Voice,” last updated June 17, 2017, https://www.facinghistory.org/resource-library/my-part-story/coming-america-finding-your-voice

This reading contains text not authored by Facing History & Ourselves. See footnotes for source information.

You might also be interested in…

Most teachers are willing to tackle the difficult topics, but we need the tools.
— Gabriela Calderon-Espinal, Bay Shore, NY