Transitional Justice in South Africa (en español) | Facing History & Ourselves
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Transitional Justice in South Africa (en español)

Learn about South Africa’s Truth and Reconciliation Commission and consider how it enabled the country to face a history of violence, hatred, and discrimination. This resource is in Spanish
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This resource is intended for educators in the United States who are applying Spanish-language resources in the classroom.

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Spanish
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English — US

Asunto

  • History
  • Social Studies
  • Human & Civil Rights
  • The Holocaust

Long Night's Journey into Day: South African's Search for Truth and Reconciliation

This documentary tells four stories of Apartheid in South Africa, as seen through the eyes of the Truth and Reconciliation commission.

La justicia transicional en Sudáfrica

Alemania no es el único país que ha tenido que superar la transición de la guerra a la paz y de una sociedad marcada por el odio y la discriminación a otra que lucha por unos valores más democráticos. En las décadas transcurridas desde el final de la Segunda Guerra Mundial, muchos otros lugares, desde Sudáfrica hasta Irlanda del Norte, desde Ruanda a Camboya, se han enfrentado a luchas similares. Para una sociedad que ha vivido un periodo marcado por el genocidio y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos, tratar de alcanzar la estabilidad, la justicia y la coexistencia pacífica implica enormes desafíos. 

El término “justicia transicional” describe un conjunto de enfoques que las comunidades pueden utilizar para avanzar hacia una paz duradera. La justicia transicional por lo general tiene tres elementos clave: garantizar la rendición de cuentas por los crímenes y atrocidades, establecer la verdad y fomentar la reconciliación. ¿Qué aspecto tiene la justicia transicional en la práctica? Las acciones judiciales, como los juicios por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, son una parte clave de la búsqueda de justicia, así como las reparaciones. Las disculpas oficiales, las reformas gubernamentales, los monumentos y la educación también desempeñan un papel importante. Desde la década de los setenta, las comisiones de la verdad se han convertido en uno de los componentes más extendidos de la justicia transicional. De las más de 40 comisiones que tratan con la violencia y los abusos de derechos humanos, la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR) de Sudáfrica tal vez es la más conocida.

En 1994, tras casi 50 años de apartheid y cientos de años de violencia y opresión racial, Sudáfrica realizó una transición pacífica hacia un gobierno más democrático, de uno basado en elecciones en las que únicamente se permitía votar a los blancos. El apartheid, creado por el Partido Nacional blanco y basado en el sistema de segregación que surgió luego de que los europeos colonizaran el área, afectó cada aspecto de la vida, desde el lugar donde vivían las personas y las condiciones de su vivienda, a dónde iban a la escuela y el tipo de educación que recibían, hasta con quién podían casarse. El apartheid significó una separación total por el color de la piel. Los sudafricanos negros tenían las peores condiciones de vivienda y atención médica y los trabajos peor pagados. Los blancos disfrutaron desproporcionadamente de los recursos, incluyendo el acceso a las mejores áreas de vivienda, el acceso a las mejores y más equipadas escuelas con los maestros mejor capacitados, y el acceso a los trabajos mejor pagados. El apartheid se ejecutaba con una violencia brutal, así como con vergüenza y humillación. Aunque estaba dirigido por el gobierno, requería de la participación de los ciudadanos blancos. El arzobispo anglicano sudafricano Desmond Tutu describió vivir bajo el apartheid de la siguiente manera: “Tu dignidad no solo la arrastran por la tierra. La pisotean y la escupen. Asesinan a las personas como si fueran moscas. ¿Eso no significa nada para usted, que pasa por aquí?” 1

Mientras el apartheid terminaba, la constitución provisional de Sudáfrica sugería la creación de un tipo de proceso de reconciliación como alternativa a los procesamientos o juicios. En 1995 se creó una comisión de la verdad con el fin de establecer un registro público de los años del apartheid a través de las voces y experiencias tanto de víctimas como de perpetradores. Sus sesiones fueron cubiertas ampliamente por los medios de comunicación: los periódicos, la radio, la televisión y el internet llevaron la CVR a los hogares de las personas y a los espacios públicos. La CVR no estaba pensada como el único modo de dar a conocer e intentar rectificar las masivas violaciones de los derechos humanos cometidas bajo el apartheid, pero era una crucial.

La Comisión de la Verdad y la Reconciliación se centró en lo que había ocurrido en Sudáfrica entre 1960 y 1994. Esto incluyó los crímenes políticos de violencia masiva cometidos por los sudafricanos negros, junto con el número considerablemente mayor de abusos cometidos por los sudafricanos blancos en nombre del Estado. El mandato de la CVR establecía que “para alcanzar la unidad y una reconciliación moralmente aceptable, es necesario que la verdad sobre las violaciones graves a los derechos humanos sea: establecida mediante una unidad oficial de investigación que use procedimientos justos; reconocida totalmente y sin reservas por los perpetradores; divulgada al público, junto con la identidad de los planificadores, perpetradores y víctimas”. 2

En los juicios, la atención estaba centrada en el perpetrador. En las audiencias de la CVR, la atención estaba centrada en las víctimas y sus familias. Como dijo el comisionado de la CVR Alex Bouraine, “Ignorar lo que les ocurrió a miles de personas que eran víctimas de abuso en la época del apartheid es negarles su dignidad básica. Es condenarlas a vivir como víctimas anónimas, con poca o ninguna posibilidad de empezar sus vidas de nuevo”. 3 Para muchas víctimas del apartheid, testificar ante la CVR fue una experiencia transformadora. Mzykisi Mdidimba, quien fue torturado a los 16 años, reflexionó sobre su experiencia ante la CVR: “Cuando contaba las historias de mi vida antes, lloraba, lloraba y sentía que no había terminado. En esta ocasión, sé que lo que me hicieron quedará entre estas personas y en todo el país. Sigo con cierto desconsuelo, pero también siento alegría en mi interior”. 4 De acuerdo con un reporte de la CVR, “Al final del periodo de gestión de la Comisión, 21,000 personas habían comparecido, mujeres y hombres, ancianos y jóvenes, y habían relatado a la Comisión cerca de 38,000 violaciones graves de los derechos humanos. En el proceso, los parámetros generales del pasado emergieron con una claridad innegable. Noventa por ciento de los comparecientes eran negros. La mayoría eran mujeres. La mayoría de ellas se dirigieron a la Comisión en nombre de personas fallecidas con las que tenían alguna relación”. 5

La CVR ofreció amnistía (un indulto oficial) a personas bajo determinadas condiciones. Los perpetradores tenían que realizar una confesión completa de sus crímenes y demostrar que sus crímenes habían sido cometidos por motivos políticos y no personales. La Comisión recibió 7,112 solicitudes de amnistía. La amnistía se otorgó en 849 casos y se negó en 5,392 casos, mientras otras solicitudes fueron retiradas. 6 En su uso de la amnistía, la CVR decidió no recurrir a juicios como los de Núremberg tras la Segunda Guerra Mundial y sugirió un camino alternativo que enfatizaba contar y escuchar la verdad, en lugar del castigo o la represalia. 

La CVR hizo que la historia del apartheid y el papel del gobierno en su aplicación se conocieran y que resultara más difícil negar la verdad del pasado. Muchos sudafricanos están de acuerdo con que el trabajo de la comisión fue decisivo, y que, de hecho, tuvo un papel fundamental en la transición a la democracia en la que todos podían participar. Pero, como indica el escritor Ariel Dorfman, “esta creación de una historia compartida mediante la comunicación pública de un pasado cruel no conduce inevitablemente, a una verdadera reconciliación. Es posible que sean necesarios otros pasos para sanar una comunidad dividida”. 7

La CVR no estaba pensada para ser la única herramienta de la justicia transicional: se esperaba que la reparación y los procesamientos, por ejemplo, se utilizaran mucho más ampliamente de lo que en realidad se hizo. Así mismo, las humillaciones diarias y la violencia más “ordinaria” del apartheid no fueron abordadas por la CVR. Tampoco lo fue la participación de los sudafricanos blancos promedio y las formas en las que se beneficiaron por simplemente ser blancos, ni las formas en que los blancos siguen beneficiándose hoy en día, pese a que el apartheid terminó. Una nueva generación de sudafricanos está cuestionando activamente qué tan adecuadamente se abordaron los legados del apartheid, cuando las reformas a la economía, la judicatura y el sistema educativo siguen incompletas.

Si bien las comisiones de la verdad no pueden reconciliar a las sociedades por sí solas, cada vez más se consideran una herramienta crucial de la transición. Pese a sus limitaciones, la CVR de Sudáfrica ayudó a popularizar y dar legitimidad al uso de las comisiones de la verdad a nivel nacional, y en los últimos años países tan diversos como Nepal y Canadá han utilizado esta herramienta. Las ciudades, estados, pueblos e incluso las escuelas también han adoptado elementos de las comisiones de la verdad en sus esfuerzos para establecer una historia común, reconstruir la confianza y asegurar la paz.

Preguntas de contexto

  1. ¿Cuáles son algunas de las diferencias clave entre los juicios y las comisiones de la verdad? ¿Cómo podría definir cuándo sería mejor tener un juicio y cuándo sería mejor una comisión de la verdad? 
  2. ¿Qué aspectos de la CVR de Sudáfrica parecen haber tenido el mayor efecto? ¿Cuáles son algunos limitantes de la CVR? ¿Por qué puede ser importante aprender sobre ejemplos, incluso con fallas, de programas de transición y reconciliación?
  3. En 1935, el autor estadounidense W. E. B. Du Bois reflexionó sobre el propósito de la historia. Escribió, “A lo largo de su camino, las naciones vacilan y se tambalean, cometen errores terribles, daños aterradores, pero también hacen cosas magníficas y hermosas. Por lo tanto, ¿no sería mejor guiar a la humanidad contándole la verdad sobre todo esto, en la medida en que esta se pueda verificar?” ¿Qué aporta Du Bois a su manera de pensar acerca de la importancia de establecer la verdad sobre el pasado?
  4. ¿Cree que el país o la comunidad en la que vive puede beneficiarse de un proceso de “verdad y reconciliación”? ¿Qué historias quisiera que se dieran a conocer? ¿Qué personas o grupos quisiera que se reconciliaran? 
  5. Algunas escuelas en los Estados Unidos han empezado a implementar comisiones de la verdad y otras prácticas de justicia transicional para ayudar a abordar los conflictos y problemas de disciplina en sus comunidades. ¿Ha visto que se utilicen elementos de estas prácticas en su escuela? De ser así, ¿cómo? De no ser así, ¿cómo se podrían aplicar?

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Using the strategies from Facing History is almost like an awakening.
— Claudia Bautista, Santa Monica, Calif