Obedience and Conformity in Nazi Germany | Facing History & Ourselves
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Models of Obedience (en español)

Consider how conformity, obedience, and desire for belonging influenced the attitudes and values of youth in Nazi Germany. This resource is in Spanish.
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Spanish
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Asunto

  • History
  • The Holocaust

Modelos de obediencia

Para muchos jóvenes de la Alemania nazi, la pertenencia a grupos como las Juventudes Hitlerianas ofrecía una sensación de entusiasmo, pertenencia e incluso poder, y participaban con entusiasmo. La obediencia, la conformidad y el deseo de complacer a padres, maestros y líderes de grupo también influían en las decisiones de los jóvenes. Hede von Nagel creció en la Alemania nazi. Ella escribió sobre su infancia:

Como la segunda hija de mis padres, fui una gran decepción para mi padre, quien quería engendrar varones para el Führer y la nación —y, como él hacía parte de la nobleza, para perpetuar el apellido de la familia.

Estaba furioso porque, a diferencia de mi rubia hermana mayor, quien tenía rasgos bastante nórdicos, yo había sido maldecida con cabello castaño rojizo y ojos café oscuro. Después llegó un tercer hijo, esta vez, varón, pero era pelirrojo de ojos oscuros —otra decepción para mi patriótico padre. Solo tras el nacimiento de otro hijo que demostró ser el modelo ario: rubio, de ojos azules, estuvo mi padre satisfecho. “Por fin”, dijo, “el hijo que quería”.

Nuestros padres nos enseñaron a levantar los brazos y decir “Heil Hitler” antes de decir “mamá”. Este tipo de adoctrinamiento era universal. Los niños lo vivían en el jardín infantil, en la casa, en todas partes. Crecimos creyendo que Hitler era un dios supremo, y que Alemania era una nación ungida. . . .

Simultáneamente, nuestros padres y maestros nos entrenaron a mí y a mi hermana para ser las colegas incondicionales de los hombres; como personas, no teníamos derecho a tener nuestra propia opinión, ningún derecho a decir lo que pensábamos. 1

Un antiguo miembro de las Juventudes Hitlerianas tenía recuerdos similares:

[Es] especialmente fácil manipular a los niños a esa edad. . . . Si puedes meterles en la cabeza la idea de que perteneces a una tribu, a una raza especialmente valiosa. Y entonces les cuentas algo sobre las tribus germánicas, su lealtad, sus batallas, cómo las mujeres germánicas se dejaban enganchar a los carros para luchar contra los romanos. . . . Luego estaban las canciones . . . “Antes de que el extranjero te robe tu corona, oh Alemania, preferiríamos caer codo con codo”. O “La bandera es más querida que la muerte”. . . . La bandera, el pueblo: lo eran todo. Tú no eres nada, tu pueblo lo es todo. Sí, así es como se educaba a los niños, así es como se puede manipular a un niño. 2

Alfons Heck believed there was more to it than propaganda:

Tradicionalmente, el pueblo alemán era servil a la autoridad y respetaba a sus gobernantes como figuras paternas exaltadas en las que se podía confiar para que cuidaran de ellos. Una de las principales razones por las que la República de Weimar, a pesar de su constitución liberal, no caló entre muchos alemanes fue la impresión generalizada de que nadie parecía estar firmemente al mando. Hitler utilizó ese anhelo de un líder de forma brillante. Desde nuestro primer día en el Jungvolk, aceptamos como una ley natural —sobre todo porque no era más que una extensión de lo que habíamos aprendido en la escuela— que las órdenes de un líder debían ser obedecidas incondicionalmente, aunque parecieran duras, punitivas o poco sólidas. Era la única forma de evitar el caos. Esta cadena de mando empezaba desde abajo y terminaba con Hitler.

Aún recuerdo con asombro que [nuestro líder] una vez nos hizo marchar a los 160 de su [unidad] Fahnlein a un río helado en noviembre porque nuestro canto le había disgustado. Le maldijimos amargamente en voz baja, pero ninguno de nosotros se negó. Habría sido el impensable crimen de desobedecer una “orden directa”. Durante la guerra, tal negativa podía ser utilizada —y a menudo lo era— para llevar al infractor ante un pelotón de fusilamiento. 3

Preguntas de contexto

  1. ¿Cómo cree cada uno de los alemanes citados en esta lectura que adquirieron sus actitudes y valores? ¿Cómo cree que adquirió usted los suyos?
  2. ¿Cómo explicó cada uno de estos alemanes cuál era el papel de la obediencia y la conformidad en la Alemania nazi?
  3. ¿Por qué es importante que a un niño se le enseñe a obedecer? ¿En qué momento se vuelve peligrosa la obediencia? ¿Cuál es la diferencia entre obediencia y conformidad?
  4. Las tres fuentes están escritas por adultos que recuerdan su juventud en la Alemania nazi. ¿Cómo puede afectar la retrospectiva a sus sentimientos sobre su participación?
  5. Según Alfons Heck, ¿por qué un líder fuerte podría haber resultado atractivo para los alemanes en la década de los treinta? ¿Qué pruebas ha encontrado al estudiar esta historia de que algunos alemanes toleraban o veían con buenos ojos una figura de autoridad gubernamental fuerte?
  • 1Hede von Nagel, “The Nazi Legacy—Fearful Silence for Their Children,” Boston Globe, 23 de octubre de 1977.
  • 2Citado en Dan Bar-On, Legacy of Silence: Encounters with Children of the Third Reich (Cambridge, MA: Harvard University Press, 1989), 216.
  • 3Alfons Heck, A Child of Hitler: Germany in the Days When God Wore a Swastika (Phoenix, AZ: Renaissance House, 1985), 33–34.

How to Cite This Reading

Facing History & Ourselves, "Models of Obedience," last updated August 2, 2016.

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— Claudia Bautista, Santa Monica, Calif